Estrategias para la gestión de emociones

Estrategias para la gestión de emociones

La importancia de gestionar las emociones

Estrategias de gestión de las emocionesA menudo, cuando los clientes acuden a un psicólogo o consejero, uno de sus objetivos en la terapia es gestionar mejor las emociones incómodas. Siguiendo con la última entrada del blog, hay varias formas de gestionar las emociones. Algunas no son útiles, pero a menudo se utilizan para evitar sentir emociones incómodas. Entonces, ¿cuáles son las formas más eficaces de gestionar las emociones incómodas? Como psicóloga, considero que mis clientes suelen beneficiarse de las siguientes orientaciones. Las estrategias que se describen a continuación se basan en principios psicológicos clave.

Cuando experimentamos una emoción, la intensidad con la que la sentimos aumentará hasta alcanzar un pico. Después de alcanzar el pico, empezará a disminuir. A menudo, la idea de distraerse de una emoción incómoda puede parecer una opción atractiva. Sin embargo, no permitirse experimentar las emociones puede causar problemas. Por lo tanto, en lugar de intentar bloquear la emoción o distraerse, te recomiendo que te permitas experimentarla. Cuando digo “experimentar” me refiero a notar la emoción en tu cuerpo: ¿Dónde la sientes? Recuérdate a ti mismo que todas las emociones son limitadas en el tiempo, que pasarán. Tú no eres tu emoción y no puedes convertirte en ella (por ejemplo, no estás triste, sino que te sientes triste). Simplemente sientes emociones, tanto cómodas como incómodas, y eso te hace humano.

Gestión de las emociones en psicología

La regulación de las emociones se define como la capacidad de afectar al propio estado emocional. Puede implicar el aumento de la emoción positiva, la disminución de la emoción negativa o ambas cosas. Por lo general, implica cambiar los pensamientos o comportamientos, a veces de forma consciente y otras veces de forma inconsciente. Por ejemplo, puedes centrarte en los aspectos positivos o alejarte de una situación difícil para regular tus emociones.  Cuando regulas tus emociones con estrategias saludables, te sientes mejor y puedes recuperarte más rápidamente de las experiencias estresantes.  Nota. Hablo de cómo aplicar muchas de estas estrategias al mundo moderno adicto al teléfono móvil en mi libro, Outsmart Your Smartphone.Video: ¿Qué es la regulación de las emociones?

Controlar nuestras emociones es una forma de regular, gestionar o cambiar las emociones. Pero no es la única manera. Aceptar nuestras emociones o hacer algo no emocional son otras formas de cambiar nuestras emociones sin controlarlas directamente. De hecho, el control emocional no siempre funciona y no siempre es beneficioso. Por ejemplo, ciertos tipos de control emocional, como la supresión -o la ocultación de los sentimientos-, pueden tener efectos negativos a largo plazo en el bienestar [1].

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Las emociones son una parte normal de la vida cotidiana. Nos sentimos frustrados cuando estamos atrapados en el tráfico. Nos sentimos tristes cuando echamos de menos a nuestros seres queridos. Podemos enfadarnos cuando alguien nos decepciona o hace algo que nos perjudica.

Aunque esperamos sentir estas emociones con regularidad, algunas personas empiezan a experimentar emociones que son más volátiles. Sienten subidas y bajadas, y estos picos y valles empiezan a afectar a sus vidas. Los individuos que experimentan emociones intensas pueden encontrarse tranquilos en un momento y luego tristes o enfadados al siguiente.

Aunque cualquiera de nosotros puede tener momentos en los que nuestras emociones se descontrolan, a algunas personas les ocurre con regularidad. Sus emociones, que cambian rápidamente, pueden hacer y decir cosas de las que luego se arrepienten. Pueden dañar las relaciones o perjudicar su credibilidad ante los demás.

Puede haber varias razones para que alguien pierda el control de sus emociones. Pueden estar genéticamente predispuestos a estos cambios rápidos. Puede que nunca hayan visto un buen modelo de regulación emocional ni hayan aprendido las habilidades necesarias. Pueden perder el control cuando experimentan desencadenantes de situaciones negativas que sucedieron en el pasado. También puede haber cambios físicos que hagan que una persona pierda el control de sus emociones, como el agotamiento o una bajada de azúcar en sangre.

Definición de las estrategias de gestión de las emociones

La inteligencia emocional (IE) es un factor clave para predecir la salud mental. Nuestra Inteligencia Emocional se refiere a nuestra capacidad para ser conscientes de nuestras emociones, regularlas y expresarlas, así como para comprender las emociones de los demás y responder a ellas con habilidad. Regular las emociones, especialmente las grandes y difíciles, requiere cuidado y práctica. La Inteligencia Emocional no es algo que todo el mundo tenga de forma natural, pero puede aprenderse y alimentarse con estrategias respaldadas por la investigación, muchas de las cuales incluyen un elemento de atención plena.

La supresión de emociones, por ejemplo, consiste en “inhibir los signos externos de tus sentimientos internos”. A los profesionales que desempeñan trabajos muy estresantes (médicos, policías, militares) se les suele enseñar que la supresión emocional es una estrategia eficaz para la regulación emocional, a pesar de que numerosas investigaciones sugieren lo contrario. Los estudios han demostrado que la supresión de las emociones en realidad pone en peligro la salud y el bienestar, tanto física como psicológicamente. La supresión emocional (tener el labio superior rígido o “aguantarse”) puede disminuir las expresiones externas de la emoción, pero no la experiencia emocional interna. En otras palabras, la supresión no hace que la emoción desaparezca, sino que se queda dentro de ti causando más dolor.