
Conflictos en los equipos de trabajo
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Conflictos en los equipos
Las diferencias son inevitables cuando personas apasionadas trabajan juntas. Con el tiempo, después de que un equipo supere una orientación inicial con una nueva tarea, los miembros suelen darse cuenta de que trabajar juntos para lograr un objetivo común es un trabajo duro.
Como líder, es importante diferenciar entre los distintos tipos de conflicto que experimentan los equipos y tener un plan para ayudar al equipo a avanzar. He aquí cuatro ejemplos de conflictos de equipo y algunos consejos sobre cómo un líder puede intervenir adecuadamente, ofrecidos por la Dra. Eunice Parisi-Carew, experta en equipos y coautora del libro de próxima aparición La colaboración empieza por ti.
Si en el grupo se discuten dos o tres posturas fuertes, pero diferentes, y no se llega a ninguna parte, un líder puede detener el grupo y pedir a cada miembro que tome su turno para hablar sin interrumpir ni debatir. El resto debe limitarse a escuchar e intentar comprender de dónde vienen y por qué plantean la solución que proponen. Puede ser algo así.
En este caso, el trabajo del líder es asegurarse de que todos sean escuchados. Una vez completado el ejercicio, el líder debe buscar las preocupaciones o los objetivos que la gente tiene en común. Una vez descubiertos todos, el líder puede basarse en los intereses que se comparten. En la mayoría de los casos, esto se convierte en el nuevo foco de atención y hace que la situación pase de ser un conflicto a una solución de problemas.
Habilidades de resolución de conflictos
En un mundo ideal, su equipo trabajaría en armonía. Celebrarían las victorias de los demás, se apoyarían mutuamente en su crecimiento y disfrutarían de pasar tiempo juntos (ya sea en persona o virtualmente) fuera del horario de trabajo.
Chasquea los dedos delante de tu propia cara, porque ésta es la verdad: no es la realidad. Casi todos los equipos experimentan desacuerdos, y el 85% de los empleados de todos los niveles afirman que se enfrentan a conflictos en algún grado.
Siento destruir tu fantasía laboral, pero afortunadamente no todo son malas noticias. Aunque el conflicto en el trabajo es inevitable, también puede ser algo positivo. “El conflicto alimenta el cambio”, escribe Christine Carter en un artículo para el Greater Good Science Center de la Universidad de California, Berkeley. “El conflicto es totalmente necesario para el crecimiento intelectual, emocional e incluso moral”.
Aquí es donde usted -el líder del equipo- entra en juego. Para cosechar los frutos del conflicto, hay que saber gestionarlo con eficacia. Y, por desgracia, el 54% de los empleados piensa que sus jefes podrían hacer un mejor trabajo en la gestión de las disputas laborales.
Cómo gestionar los conflictos en los equipos
Cuando surge un desacuerdo entre dos personas de su equipo, puede resultar tentador intervenir e imponerles una decisión. Aunque ésta puede ser la forma más rápida (y posiblemente menos dolorosa) de llegar a una resolución, no ayudará a los miembros de tu equipo a descubrir cómo resolver los conflictos por sí mismos. Por lo tanto, es mejor que como directivo confíes en tus habilidades de mediación, no en tu autoridad. El primer paso para desempeñar el papel de mediador es entender las posiciones de ambos -lo que uno reclama y el otro rechaza- y sus intereses -por qué hacen y rechazan las reclamaciones-. Puede hacerlo en una reunión conjunta con ambas partes o en reuniones separadas. Decida si se reúne inicialmente con las partes juntas o por separado. Ambos enfoques tienen pros y contras. El objetivo de la reunión inicial es que salgan con las emociones calmadas y sintiéndose respetados por usted, si no todavía por el otro. Una vez hecho esto, debes centrarte en poner sobre la mesa sus posiciones, intereses y prioridades. A lo largo del proceso, anímelos a asumir la responsabilidad de avanzar hacia un acuerdo. Si todos sus esfuerzos no consiguen llegar a un acuerdo, es posible que tenga que abandonar su papel de mediador y, como jefe, imponer un resultado que beneficie a la organización.
Gestión de conflictos
En la gestión de proyectos, los conflictos de equipo definen una forma de desacuerdo entre los miembros del equipo en relación con algunas tareas, procesos o personas implicadas en el proyecto. Si no se resuelven adecuadamente, los conflictos destructivos provocan consecuencias negativas y un deterioro del rendimiento. Los conflictos constructivos, en cambio, llevan al equipo a crecer y mejorar su rendimiento.
En este artículo, presentaremos una definición de los conflictos de equipo, su importancia, sus diferentes tipos y ejemplos en la gestión de proyectos. Por último, describiremos el proceso de resolución de conflictos en equipo y enumeraremos las reglas básicas de la gestión de conflictos.
Aunque los conflictos son inevitables, los gestores de proyectos y los profesionales de RRHH deben esforzarse por reducir la probabilidad de que se produzcan. Quieren mitigar el impacto negativo de los conflictos de grupo y tratar de aumentar el impacto positivo de esos desacuerdos.
El conflicto de equipo es un problema interpersonal indeseable que se produce entre dos o más miembros de un mismo equipo de proyecto y que afecta a los resultados del trabajo en equipo, por lo que éste no rinde a un nivel óptimo.
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Hi, soy Gonzalo Benítez, redactor del blog Imperionoticia.club. Te invito a leer los posts que escribo sobre diversos temas de actualidad.