Que es la virtud segun aristoteles

Que es la virtud segun aristoteles

Ejemplos de virtudes morales

Las interpretaciones estándar de la Ética Nicomaquea de Aristóteles suelen sostener que Aristóteles (384-322 a.C.) hace hincapié en el papel de los hábitos en la conducta. Se suele pensar que las virtudes, según Aristóteles, son hábitos y que la buena vida es una vida de rutina sin sentido.

Estas interpretaciones de la ética de Aristóteles son el resultado de traducciones imprecisas del antiguo texto griego. Aristóteles utiliza la palabra hexis para denotar la virtud moral. Pero la palabra no significa simplemente una habituación pasiva. Más bien, hexis es una condición activa, un estado en el que algo debe mantenerse activamente.

La virtud, por tanto, se manifiesta en la acción. Más explícitamente, una acción cuenta como virtuosa, según Aristóteles, cuando uno se mantiene en un equilibrio estable del alma, para elegir la acción con conocimiento y por su propio bien. Este equilibrio anímico estable es lo que constituye el carácter.

Del mismo modo, el concepto de medio de Aristóteles es a menudo malinterpretado. En la Ética Nichomacheana, Aristóteles afirma repetidamente que la virtud es un medio. El medio es un estado de clarificación y aprehensión en medio de los placeres y dolores que permite juzgar lo que parece más verdaderamente agradable o doloroso. Este estado activo del alma es la condición en la que todas las potencias del alma trabajan de forma concertada. El logro del buen carácter es un proceso de eliminación de los obstáculos que se interponen en el camino de la plena eficacia del alma.

Definición de virtud moral

Aristóteles (384-322 a.C.) fue un erudito en disciplinas como la ética, la metafísica, la biología y la botánica, entre otras. Por ello, su filosofía moral se basa en la evaluación del carácter general de los seres humanos, más que en la evaluación de actos singulares aislados. De hecho, esto es lo que separa la ética aristotélica de la virtud del utilitarismo y la ética kantiana.

Aristóteles era un teleólogo, un término relacionado, pero que no debe confundirse con la etiqueta “teleológico” aplicada a las teorías éticas normativas como el utilitarismo. Aristóteles era un teleólogo porque creía que todo objeto tiene lo que él denominaba una causa final. El término griego telos se refiere a lo que podríamos llamar propósito, meta, fin o verdadera función final de un objeto. De hecho, los que estudian a Aristóteles en unidades relacionadas con la Filosofía de la Religión pueden reconocer el vínculo entre la cosmovisión teleológica general de Aristóteles y su estudio de la ética.

Aristóteles afirma que “…para todas las cosas que tienen una función o actividad, se piensa que el bien y el ‘bien’ residen en la función”[2] La afirmación de Aristóteles es esencialmente que al lograr su función, meta o fin, un objeto logra su propio bien. Todo objeto tiene este tipo de función verdadera y, por tanto, todo objeto tiene un modo de alcanzar el bien. El telos de una silla, por ejemplo, puede ser proporcionar un asiento y una silla es una buena silla cuando soporta la curvatura del trasero humano sin derrumbarse bajo el esfuerzo. Igualmente, dice Aristóteles, lo que hace a los buenos escultores, artistas y flautistas es el desempeño exitoso y apropiado de sus funciones como escultores, artistas y flautistas.

Ética nicomaquea

Las interpretaciones estándar de la Ética Nicomaquea de Aristóteles suelen sostener que Aristóteles (384-322 a.C.) hace hincapié en el papel de los hábitos en la conducta. Se suele pensar que las virtudes, según Aristóteles, son hábitos y que la buena vida es una vida de rutina sin sentido.

Estas interpretaciones de la ética de Aristóteles son el resultado de traducciones imprecisas del antiguo texto griego. Aristóteles utiliza la palabra hexis para denotar la virtud moral. Pero la palabra no significa simplemente una habituación pasiva. Más bien, hexis es una condición activa, un estado en el que algo debe mantenerse activamente.

La virtud, por tanto, se manifiesta en la acción. Más explícitamente, una acción cuenta como virtuosa, según Aristóteles, cuando uno se mantiene en un equilibrio estable del alma, para elegir la acción con conocimiento y por su propio bien. Este equilibrio anímico estable es lo que constituye el carácter.

Del mismo modo, el concepto de medio de Aristóteles es a menudo malinterpretado. En la Ética Nichomacheana, Aristóteles afirma repetidamente que la virtud es un medio. El medio es un estado de clarificación y aprehensión en medio de los placeres y dolores que permite juzgar lo que parece más verdaderamente agradable o doloroso. Este estado activo del alma es la condición en la que todas las potencias del alma trabajan de forma concertada. El logro del buen carácter es un proceso de eliminación de los obstáculos que se interponen en el camino de la plena eficacia del alma.

Según Aristóteles, el bien de una cosa es:

Aristóteles aplicó el mismo enfoque paciente, cuidadoso y descriptivo a su examen de la filosofía moral en la Εθικη Νικομαχοι (Ética Nicomaquea). Aquí discutió las condiciones bajo las cuales la responsabilidad moral puede ser atribuida a los agentes individuales, la naturaleza de las virtudes y los vicios involucrados en la evaluación moral, y los métodos para alcanzar la felicidad en la vida humana. El tema central para Aristóteles es la cuestión del carácter o la personalidad: ¿qué hace falta para que un ser humano sea una buena persona?

Toda actividad tiene una causa final, el bien al que aspira, y Aristóteles sostenía que, puesto que no puede haber una regresión infinita de bienes meramente extrínsecos, debe haber un bien supremo al que toda actividad humana aspira en última instancia. (Ética Nic. I 2) Este fin de la vida humana podría llamarse felicidad (o vivir bien), por supuesto, pero ¿qué es realmente? Ni las nociones ordinarias de placer, riqueza y honor ni la teoría filosófica de las formas dan cuenta adecuada de este fin último, ya que incluso los individuos que adquieren los bienes materiales o alcanzan el conocimiento intelectual pueden no ser felices.