
Es mejor hablar con la verdad
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Di siempre la verdad
Este post es el segundo de nuestra serie sobre los yamas, las prácticas éticas del yoga en nuestras relaciones con los demás. El tema de esta semana es Satya, o “veracidad”, que parece ser algo de lo que todos necesitamos una dosis saludable en nuestras vidas.
Hablando con honestidad, esta semana pasada me ha resultado agotadora para escribir sobre este tema. Ha habido tanta desinformación sobre el coronavirus que ha circulado rápidamente en las redes sociales, por parte de personas que conozco de ambos lados del pasillo político, que es difícil mantenerse al día con todo. Quiero mantenerme informada y divulgar la ciencia real que todos necesitamos conocer para responder a esta pandemia en evolución. Pero también necesito evitar caer en la madriguera de las teorías conspirativas que parecen no tener fin, con su razonamiento circular como una serpiente que se come su propia cola.
Y hablando con sinceridad, es difícil mantener la energía para ordenar y responder a todo ello de una manera precisa que también mantenga la compasión hacia aquellos que se han apoderado de las falsas creencias. Así que a menudo he acabado desconectando de las redes sociales por completo. Por eso he tardado tanto en terminar de escribir este post (que pretendía publicar hace una semana). Cuando hay tantas capas diferentes de verdad -personal, científica o universal- puede ser difícil reducirla a una cosa concreta.
Siempre es mejor decir la verdad
Los cristianos hablan a menudo de la necesidad de “decir la verdad con amor”, un mandamiento que se encuentra en Efesios 4:15. Muchas veces lo que quieren decir es la necesidad de compartir las verdades difíciles de una manera suave, amable e inofensiva. Desde un punto de vista práctico, sabemos que las cosas difíciles se escuchan mejor cuando no tenemos las defensas levantadas. En un entorno cariñoso y no amenazante, las verdades difíciles se reciben más fácilmente. Por lo tanto, es bíblico compartir las verdades duras con los demás “en amor”, en la forma en que la frase se utiliza comúnmente. Sin embargo, si observamos el contexto de Efesios 4:15, podemos comprender mejor lo que significa “decir la verdad en amor”.
En este contexto -de la unidad de la iglesia y la madurez espiritual- Pablo escribe: “Hablando la verdad en amor, llegaremos a ser en todo sentido el cuerpo maduro de aquel que es la cabeza, es decir, Cristo” (Efesios 4:15). En lugar de ser espiritualmente inmaduros y fáciles de engañar, debemos decirnos la verdad unos a otros, con amor, para que todos podamos crecer en madurez. Debemos capacitarnos unos a otros en la verdad -las verdades fundamentales del Evangelio, las verdades sobre quién es Dios y lo que nos ha llamado a hacer, las duras verdades de la corrección, etc.- y nuestra motivación para hacerlo es el amor.
La importancia de decir la verdad
¿Qué hace falta para iniciar una relación con Dios? ¿Es necesario dedicarse a obras religiosas desinteresadas? ¿Debes convertirte en una mejor persona para que Dios te acepte? Aprende cómo puedes conocer a Dios personalmente.
Es posible que hayas oído a alguien utilizar la frase “hablar la verdad en amor” antes, tal vez al animar a alguien a compartir cómo ha sido herido o al desafiar a un amigo a confiar y seguir las enseñanzas de la Biblia. Pero, ¿qué significa exactamente?
Hablar la verdad en amor es más que animar a la honestidad; es una rica experiencia de la nueva forma de vida que ofrece Jesús. Una vida en la que los seguidores de Jesús están marcados por el poder de su vida, muerte y resurrección. Este poder les ayuda a tener relaciones amorosas y unificadas que traen crecimiento y madurez. Eso incluye compartir las cosas difíciles con amor.
El mandato de “decir la verdad con amor” viene del Libro de los Efesios cuando Pablo, un seguidor de Jesús que escribió gran parte del Nuevo Testamento, se dirigió a los creyentes de Éfeso. Esta carta trata de cómo la vida, la muerte y la resurrección de Jesús transformaron a sus seguidores en una nueva humanidad. Jesús les dio una nueva identidad, la tarea y el poder de vivir como Él lo hizo y una nueva familia que incluye a todos los demás seguidores de Jesús, sin importar lo diferentes que sean. Hoy, sus seguidores están invitados a la misma forma de vida transformadora.
¿Debo decir la verdad aunque hiera a alguien?
Acabo de recibir otra prueba del Universo para decir la verdad. Llevo 17 o 18 años enseñando cómo encontrar tu voz y decir tu verdad. Cuando enseñas a encontrar tu voz, ¿adivina qué ocurre? Sí, exactamente… las oportunidades para encontrar mi voz se me presentan rutinariamente. Algunas son divertidas y otras no tanto.
El hecho de tener que enviar un correo electrónico de respuesta a un empresario que no sólo ha incumplido nuestro acuerdo, sino que además se ha inventado excusas para explicarlo, me hizo pensar. En primer lugar, puedo convertir esta desagradable experiencia en este artículo para ti, así que espero que puedas sentirte más capacitado para decir tu verdad en circunstancias difíciles. En segundo lugar, sabía que tenía que decir mi verdad y no simplemente no decir nada.
1. Decide si necesitas decir tu verdad o permanecer en silencio. Tengo todo un capítulo sobre el silencio en mi programa Sacred Feminine Success Path™, porque el silencio tiene muchas formas. No todo el silencio es negativo. A veces es muy empoderador elegir el silencio. A veces, tu silencio -en lugar de una respuesta inmediata- hará que la otra persona piense y que la conversación tome una dirección inesperadamente positiva. A veces decir tu verdad, especialmente si es una verdad intuitiva o canalizada, no es lo mejor para ti o para la otra persona porque están tan metidos en su miedo sobre la conexión espiritual o la verdad que no pueden aceptar lo que les dices. Haz una pausa. Respira. Siente tu intuición. Decide.
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Hi, soy Gonzalo Benítez, redactor del blog Imperionoticia.club. Te invito a leer los posts que escribo sobre diversos temas de actualidad.