
Dali la tentacion de san antonio
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Cuadros de Dalí
Después de la Segunda Guerra Mundial, Dalí se convirtió, según él mismo, al misticismo. El comienzo de la Era Atómica influyó mucho en su pensamiento y dio lugar a una fuerte base espiritual para sus cuadros, que realizó con un gran aprecio por el arte clásico de la pintura. La tentación de San Antonio tiene su origen en una propuesta para un concurso de carteles de cine. Muestra el misticismo nuclear de Dalí en toda su fiereza. Un San Antonio desnudo se defiende con una espada de un temible caballo encabritado que, apoyado en unas patas tan finas como la telaraña, desafía las leyes de la gravedad. El Santo trata de no dejarse seducir por las tentaciones terrenales, simbolizadas por el caballo como símbolo de poder, seguido de elefantes casi flotantes que llevan sobre sus lomos símbolos de lujuria y codicia. Aquí Dalí encaja con el tema del pintor clásico, que había sido utilizado por los pintores Bosch y Breugel: Los predecesores surrealistas de Dalí. Sin embargo, Dalí deja que las espantosas tentaciones actúen en un mundo alienante entre el cielo y la tierra. Sin embargo, esta levitación reaparecerá posteriormente con frecuencia como tema en su obra.
La tentación de San Antonio
Esta estatua de Parastone Salvador Dalí La tentación de San Antonio (1946) es una representación tridimensional de una de sus obras surrealistas más conocidas. La obra de Salvador Dalí “La tentación de San Antonio” realizada en 1946, presenta la dimensión entre el cielo y la tierra con la creación de elefantes de patas largas. Podemos identificar diferentes personajes, el principal, San Antonio, patrón de los animales; también una serie de animales surrealistas, como los caballos, situados en primer plano y que representan la fuerza, un elefante que lleva una copa de oro en referencia a la lujuria. Otros elefantes llevan edificios a sus espaldas; el primero es un obelisco inspirado en Lorenzo Bernini en Roma, los otros son edificios de estilo veneciano palladiano. En las nubes, podemos ver algunos fragmentos de El Escorial, símbolo del orden temporal y espiritual. Con este cuadro, Salvador Dalí participó en un concurso organizado por la compañía Loew Lewin, una productora cinematográfica. El concurso lo ganó Max Ernst. Más detalles en Salvador Dalí Estatua Tentación de San Antonio (1946) – Caballo:
Dalí moma
Cuadros de la Tentación de San Antonio (9 C, 1 P, 107 F) La Tentación de San Antonio del Bosco (4 C, 2 F) La Tentación de San Antonio del Bosco (Kansas City) (3 F) La Tentación de San Antonio del Bosco (Lisboa) (4 C, 1 P, 22 F) La Tentación de San Antonio de Jerónimo Bosch (Madrid) (10 F) El Tríptico de los Santos Ermitaños de Jerónimo Bosch – San Antonio (4 F) Retablo de Isenheim – Tentación de San Antonio (31 F)sin subcategorías El Tormento de San Antonio (Miguel Ángel) (5 F)sin subcategorías La tentación de San Antonio de David Ryckaert (III) (4 F)sin subcategorías San Antonio Magno tentado por el diablo de Rutilio Manetti (6 F)sin subcategorías La Tentación de San Antonio de David Teniers el Joven (2 C, 46 F) La Tentación de San Antonio – David Teniers el Joven – Louvre INV 1880 (1 F) La Tentación de San Antonio de David Teniers el Joven en el Museo Nacional de Arte Occidental, Tokio (9 F) La Tentación de San Antonio de David Teniers el Joven. Antonio de David Teniers el Joven en el Museo Nacional de Arte Occidental, Tokio (9 F)sin subcategorías La Tentación de San Jerónimo de Savoldo (7 F)sin subcategorías La Tentación de San Antonio de Jacopo Tintoretto en San Trovaso (Venecia) (1 C, 3 F) La Tentación de San Antonio de Jacopo Tintoretto en San Trovaso (Venecia) (primer plano) (6 F)
Erik desmazières la tentación de san antonio
Nota para mí, si se me aparecen mujeres desnudas sobre animales, no me alegre, porque es probable que sea obra del diablo. Está claro que Satanás vuelve a hacer de las suyas y San Antonio, por el contrario, parece no poder repeler las tentaciones con la suficiente rapidez.
San Antonio era un hombre de gustos sencillos. Abandonó Egipto para vivir en el desierto como ermitaño, desprovisto de placeres y alegrías mundanas. Esta felicidad simplista nunca se alcanzó, por desgracia, porque al diablo le gustaba meterse con el pobre Antonio, tentándole con los placeres que más echaba de menos de su vida habitual. No sabemos por qué echaba de menos a los elefantes de patas flacas.
Este es uno de los relatos bíblicos más citados a lo largo de la historia del arte, y ha sido reproducido por artistas desde el Bosco hasta nuestro chico Dalí. Este cuadro se realizó para un concurso organizado por la compañía cinematográfica David L. Loew-Albert Lewin para ver quién hacía la mejor interpretación de la historia de San Antonio. Aunque esta versión es fabulosa, el concurso se lo robó el también artista Max Ernst. Si se ve su premiada Tentación de San Antonio, se entenderá por qué ganó el oro. Parece que el melodramático Dalí es un mal perdedor, porque nunca más se presentó a otro concurso de pintura.
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