
Arte en la revolucion industrial
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Arte del obelisco
InicioArteLos efectos de la revolución industrial frente al movimiento de las artes y los oficiosLos efectos de la revolución industrial frente al movimiento de las artes y los oficiosLos importantes avances tecnológicos de la revolución industrial cambiaron la producción en Europa y Norteamérica. Descubra cómo los artistas de las Artes y Oficios se enfrentaron a la competencia de la producción en masa con la artesanía.Jul 24, 2020 – Por Marie-Madeleine Renauld, MA y BA en Historia del Arte y ArqueologíaCaptura de Strawberry Thief de William Morris, 1883, vía Victoria & Albert Museum, Londres
La Revolución Industrial (también llamada Primera Revolución Industrial) despegó a finales del siglo XVIII y se expandió durante el siglo XIX hasta convertirse en una segunda Revolución Industrial en Europa y Norteamérica. Fue una época de transición marcada por importantes cambios en la sociedad y la industria. Gracias a los avances tecnológicos y científicos y a los nuevos materiales disponibles, las máquinas sustituyeron progresivamente a los hombres en las fábricas. Era posible producir mercancías más rápido y más barato, lo que llevó a la producción en masa. Estos cambios provocaron un considerable cuestionamiento en el arte. ¿Cuál era el lugar del artista o del artesano si las máquinas los sustituían? El Arts and Crafts es un movimiento artístico que se desarrolló a partir de estos interrogantes.
La revolución industrial en Estados Unidos
os grandes ingenieros y arquitectos industriales de finales del siglo XVIII y principios del XIX eran estimados no sólo como benefactores públicos, sino también como verdaderos artistas cuyas obras realzaban el paisaje. Las minas y las fundiciones, así como los canales, los puentes, los acueductos y los túneles que les daban acceso, se encontraban a menudo en lugares de gran belleza natural: “La industria del hierro aún no ha perdido su carácter pintoresco”, escribió Francis D. Klingender. Las grandes fábricas de hierro, rodeadas de un paisaje romántico, con sus hornos de cal y coque humeantes, sus hornos ardientes y sus ruidosas forjas, tenían un atractivo especial para los admiradores de lo sublime del siglo XVIII”.
Los canales en el arte victoriano. De izquierda a derecha: (a) Lechlade desde la Primera Esclusa por G. Ayton Symington. (b) Osney Lock, cerca de Oxford, por E. W. Cooke. (c) Molino de Streatley por Mortimer Menpes [Haga clic en estas imágenes para ampliarlas].
Un ejemplo notable fue el vasto complejo industrial de Coalbrookdale, en el Severn, cerca del emplazamiento del primer puente de hierro, erigido en 1779 según el diseño de Thomas Farnolls Pritchard. Entre los artistas que pintaron vistas de Goalbrookdale se encuentran George Robertson, de Loutherbourg, Rooker, Farington, John Sell Cotman, Paul Sandby Munn y J. M. W. Turner. El tratamiento de estas escenas es paralelo a las sucesivas fases de la técnica de la pintura de paisaje. Por ejemplo, el telón de fondo topográfico contra
Romanticismo revolución industrial
Ivy Roberts lleva más de 9 años enseñando estudios cinematográficos de nivel universitario. Es doctora en Medios, Arte y Texto por la Virginia Commonwealth University y licenciada en producción cinematográfica por el Marlboro College. También tiene un certificado de enseñanza en línea de la UMGC y de marketing y recaudación de fondos sin ánimo de lucro de la UC Davis.
Durante la Revolución Industrial, la expresión artística evolucionó en respuesta a los cambios de las sociedades agrarias a las industriales. Identifique las formas directas e indirectas en que el arte cambió, interactuando con el Romanticismo, el Realismo y el Impresionismo.
Una revolución que cambió la vida¿Se imagina cómo debía ser la vida antes de la electricidad, el transporte moderno o los productos manufacturados? En una palabra, era. . . diferente. La gente trabajaba la tierra y fabricaba la mayor parte de lo que necesitaba. Para la mayoría de la gente, el mundo era mucho más simple y mucho más pequeño. Hoy en día, vivimos en un mundo muy, muy grande, en el que un rápido clic o toque puede mostrarnos al instante cómo sería vivir en el otro lado del planeta. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Bueno, la Revolución Industrial fue una gran pieza de ese rompecabezas. La Revolución Industrial fue un periodo entre 1760 y 1840 en el que la sociedad pasó de ser agraria (centrada principalmente en la agricultura y el trabajo de la tierra) a ser industrial (centrada principalmente en el uso de máquinas para producir bienes). Los nuevos tipos de máquinas, en particular las de vapor, facilitaron el crecimiento de las fábricas. Las innovaciones en el tejido facilitaron la producción en masa de ropa y textiles. Los nuevos procesos químicos propiciaron la invención de la fotografía. Estos avances de la ciencia y la industria cambiaron la forma en que la gente vivía su vida cotidiana. Se hizo más fácil viajar largas distancias (gracias a los ferrocarriles) y comunicarse con personas lejanas (gracias al telégrafo). Los cambios llegaron en oleadas y, a mediados del siglo XIX, estaba en marcha una segunda revolución industrial. Los artistas se vieron afectados por estos cambios y se sintieron impulsados a responder desarrollando nuevas formas de expresar y representar el mundo.
Segunda revolución industrial
Aunque la educación en Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM) es primordial, la naturaleza cambiante de las habilidades requeridas para entrar o reingresar en el mercado laboral muestra que la educación STEM no es suficiente.
Las generaciones de hoy y de mañana necesitan estar versadas en habilidades como la empatía, la imaginación y la creatividad, y la clave para desarrollar estas habilidades es una educación a lo largo de la vida que sea interdisciplinaria, interfuncional, interindustrial y transcultural.
Hoy necesitamos equilibrar competencias técnicas increíblemente avanzadas con un nivel de complejidad moral sin precedentes que estas tecnologías conllevan. Y no podemos descargar los problemas de hoy en la educación de mañana.
La naturaleza del trabajo está cambiando, y la función de tener un empleo va a ser radicalmente diferente en un futuro próximo. La “Máquina del salario mínimo”, de Blake Fall-Conroy, es una reflexión sobre el valor del trabajo, y sobre la paradoja de mantener el trabajo humano a pesar de la evidente automatización. Permite que cualquiera trabaje por el salario mínimo. “Al girar la manivela se obtiene un centavo cada 4,00 segundos, por 9,00 dólares la hora, o el salario mínimo del estado de Nueva York (2016)”, dice su página web. ¿Qué significa un salario mínimo, cuando el trabajo en sí no tiene sentido?
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Hi, soy Gonzalo Benítez, redactor del blog Imperionoticia.club. Te invito a leer los posts que escribo sobre diversos temas de actualidad.